Después de tantos años viviendo en sociedad, he llegado a la conclusión que de las cosas más importantes y básicas en esta vida… y en todas las que ustedes quieran vivir… dependen únicamente de la educación (¡Oh, gracias bendita Calíope por tu inspiración). Por ello, he creado este blog.

Pero si de aportar soluciones se trata, no esperen milagros, que todo en esta vida requiere esfuerzo. Este blog me servirá de agenda, recordatorio y reflejo de lo que puede valer la pena trasmitir y comunicar. También, no nos engañemos, poder desparramar a mi aire, que para eso soy el autor.

Quizá se hayan fijado en el título: Piratas y corsarios en la educación. Si les gusta un poquito la historia o son un mínimo de curiosos, ya sabrán la diferencia entre unos y otros. ¿Quiénes son aquellos que, a costa de la educación, se lucran y roban pensando en sus intereses? ¿Quiénes son aquellos que lo hacen incluso dentro del mismo sistema educativo? ¿Quiénes son aquellos que manipulan el sistema en contra de todo sentido común? Algunos se hacen llamar profesores, otros directores, otros políticos y los peores, la misma sociedad (nosotros)... por permitirles todo esto.






lunes, 13 de febrero de 2017

Los niños que hacen deporte se deprimen menos

 
Estudios previos habían demostrado que los adultos y los jóvenes que son físicamente activos tienen un menor riesgo de desarrollar depresión, pero este mismo efecto no se había estudiado en los niños. Hasta ahora.
 
Un nuevo estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología ha realizado un seguimiento a cientos de niños durante cuatro años para ver si podían encontrar una correlación entre la actividad física y los síntomas de la depresión.

Los resultados del trabajo muestran que los niños reciben el mismo efecto beneficioso que los adultos por ser activos. Hablamos de actividad física de moderada a vigorosa que deje a los niños sudorosos o sin aliento.
Los investigadores examinaron a unos 800 niños cuando tenían seis años y realizaron exámenes de seguimiento con alrededor de 700 cuando tenían ocho y diez años de edad. La actividad física se midió con acelerómetros, como un podómetro avanzado, y los padres fueron entrevistados acerca de la salud mental de sus hijos.

"Ser activo y sudar con el ejercicio ofrecen algo más que beneficios para la salud física, también protegen contra la depresión", afirma Tonje Zahl, líder del estudio que ha sido publicado recientemente en la revista Pediatrics.
Los niños de seis y ocho años físicamente activos mostraron menos síntomas de depresión cuando fueron examinados dos años después. La actividad física, por lo tanto, parece proteger contra el desarrollo de la depresión.
 
"Es importante saberlo, porque puede sugerir que la actividad física se puede utilizar para prevenir y tratar la depresión ya en la infancia", comenta Silje Steinsbekk, profesor asociado en el Departamento de Psicología de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología.
Steinsbekk hace hincapié en que estos resultados deben ser probados en estudios aleatorios donde los investigadores aumenten la actividad física de los niños y examinen si los que participan tienen menos síntomas de depresión con el tiempo que los que no participan.

Los hallazgos previos en adolescentes y adultos demostraron que los estilos de vida sedentarios -como ver la televisión y jugar a videojuegos- están asociados a la depresión, pero el estudio infantil de la NTNU no encontró correlación entre la depresión y un estilo de vida sedentario.

Los síntomas depresivos no condujeron a una mayor inactividad y un estilo de vida sedentario no aumentó el riesgo de depresión. Así que el mensaje a los padres y profesionales de la salud es: facilitar la actividad física, ya sea dar un paseo en bicicleta o jugar al aire libre. Limitar el tiempo de ver TV no es suficiente. Los niños necesitan actividad física real.