Según estudios científicos, los videojuegos tienen
efectos beneficiosos para el cerebro.
Para algunos
padres y maestros, los videojuegos son una pérdida de tiempo que distraen a los
más jóvenes de actividades más significativas, como estudiar o leer. Sin embargo,
se ha comprobado a través de varias investigaciones científicas que jugar
videojuegos es, además de una buena actividad recreativa, una perfecta forma de
incrementar el volumen cerebral, mejorar las habilidades cognitivas y el
control de las emociones.
A pesar de
que los videojuegos han sufrido una importante evolución en las últimas
décadas, la concepción sobre ellos no ha evolucionado como se esperaría. Se
dice a nivel popular que generan trastornos sociales, alimenta la violencia y
son adictivos. Sin embargo, la ciencia ahora demuestra lo contrario, y a través
de diferentes investigaciones ha comprobado los beneficios de este tipo de
juego a tal grado que algunos expertos aseguran deberían utilizarse con mayor
frecuencia en la educación.
La New York
University Shanghai y The University of Hong Kong han demostrado a través de
una investigación que jugar cinco horas de videojuegos por semana ayuda a
mejorar las capacidades visomotoras y la memoria. Esto es debido a la
coordinación que debe realizarse ante las pantallas, habilidades que luego
pueden aplicarse en la vida real, como por ejemplo, al conducir.
El
experimento fue realizado con adultos que no habituaban jugar y tras algunas
partidas controladas, pudo demostrarse que sus habilidades motoras de
coordinación y su visión mejoraron considerablemente. Se detectó además, una
mejora en la retención de conceptos, debido a las conexiones cerebrales que se
producen mientras se practica esta actividad.
Por otro
lado, el Instituto Max Planck realizó un experimento con videojuegos donde se
encontró un importante incremento de la materia gris en el hipocampo y la
corteza prefrontal en aquellas personas que suelen jugar con juegos de video de
estrategia. Considerando las funciones que se realizan con estas partes del
cerebro, se concluyó que este tipo de actividad recreativa ayuda a mejorar las
funciones cognitivas.
En cuanto al
manejo de las emociones, el British Medical Journal realizó también un estudio
sobre los videojuegos para comprobar qué efectos tienen en el comportamiento de
los niños. Existe un gran debate sobre las emociones que despiertan los
videojuegos, sobre todo aquellos que resultan violentos y pueden desatar
conductas patológicas. La investigación de dicho centro se realizó durante 10
años, en el que se hizo un seguimiento de once mil niños que jugaban juegos de
video y se concluyó que no hay una relación directa entre la exposición a los
videojuegos y los problemas emocionales o de comportamiento.