Después de tantos años viviendo en sociedad, he llegado a la conclusión que de las cosas más importantes y básicas en esta vida… y en todas las que ustedes quieran vivir… dependen únicamente de la educación (¡Oh, gracias bendita Calíope por tu inspiración). Por ello, he creado este blog.

Pero si de aportar soluciones se trata, no esperen milagros, que todo en esta vida requiere esfuerzo. Este blog me servirá de agenda, recordatorio y reflejo de lo que puede valer la pena trasmitir y comunicar. También, no nos engañemos, poder desparramar a mi aire, que para eso soy el autor.

Quizá se hayan fijado en el título: Piratas y corsarios en la educación. Si les gusta un poquito la historia o son un mínimo de curiosos, ya sabrán la diferencia entre unos y otros. ¿Quiénes son aquellos que, a costa de la educación, se lucran y roban pensando en sus intereses? ¿Quiénes son aquellos que lo hacen incluso dentro del mismo sistema educativo? ¿Quiénes son aquellos que manipulan el sistema en contra de todo sentido común? Algunos se hacen llamar profesores, otros directores, otros políticos y los peores, la misma sociedad (nosotros)... por permitirles todo esto.






jueves, 15 de junio de 2017

Tu adicción al móvil puede ser la causa del mal comportamiento de tus hijos

Según un estudio reciente, los hijos de padres que miran el móvil mientras están con ellos desarrollan peores comportamientos.
 
 
Mirar el móvil cuando se pasa tiempo con los hijos puede tener consecuencias negativas sobre su comportamiento. Al menos, esas son las conclusiones de un estudio sobre la ‘tecnoferencia’, es decir, sobre las interferencias tecnológicas en la vida social y en concreto sobre el desarrollo de los más pequeños.
 
El trabajo, publicado en la revista científica 'Child Development', examinó a 170 familias con al menos un niño de más de un año -la media de los menores participantes era de tres años- a las que se les pidió que valoraran el número de veces que los teléfonos, los ordenadores o las tablets interrumpían, aunque fuera brevemente, el tiempo que pasaban con sus hijos.
 
Casi la mitad -un 48%- declaró que sucedía en tres o más ocasiones en un día normal. Un 24% afirmó que pasaba un par de veces diarias, un 17% que solo una vez y un 11% defendió que jamás ocurría. Tal y como pudieron comprobar los investigadores, conforme aumentaba el número de distracciones de los padres a causa de la tecnología, también lo hacían los problemas de comportamiento de los niños, como los lloros, los enfurruñamientos o las pataletas.
 
"Incluso las cantidades bajas o normales de interferencia tecnológica estaban asociadas con mayores problemas de comportamiento en los niños", concluyen los científicos del estudio.

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