Después de tantos años viviendo en sociedad, he llegado a la conclusión que de las cosas más importantes y básicas en esta vida… y en todas las que ustedes quieran vivir… dependen únicamente de la educación (¡Oh, gracias bendita Calíope por tu inspiración). Por ello, he creado este blog.

Pero si de aportar soluciones se trata, no esperen milagros, que todo en esta vida requiere esfuerzo. Este blog me servirá de agenda, recordatorio y reflejo de lo que puede valer la pena trasmitir y comunicar. También, no nos engañemos, poder desparramar a mi aire, que para eso soy el autor.

Quizá se hayan fijado en el título: Piratas y corsarios en la educación. Si les gusta un poquito la historia o son un mínimo de curiosos, ya sabrán la diferencia entre unos y otros. ¿Quiénes son aquellos que, a costa de la educación, se lucran y roban pensando en sus intereses? ¿Quiénes son aquellos que lo hacen incluso dentro del mismo sistema educativo? ¿Quiénes son aquellos que manipulan el sistema en contra de todo sentido común? Algunos se hacen llamar profesores, otros directores, otros políticos y los peores, la misma sociedad (nosotros)... por permitirles todo esto.






jueves, 17 de septiembre de 2015

Estamos comenzando y... 'ayyyy que miedo!


Acabamos de comenzar y ya tengo los pelos como escarpias. El nuevo año escolar acaba de empezar y los buenos propósitos escolares donde depositamos nuestra fe y descendencia, parece que se marchan por el retrete. A lo lógica y el sentido común los han vuelto a prostituir.

Cuando se empieza algo nuevo, se espera una cierta organización, una coordinación y bastante planificación. Pensemos en un colegio público cualquiera, situado en cualquier barrio periférico... Vicalvaro, por ejemplo y situado cerca de una estación de metro o renfe cualquiera, por ejemplo.

Durante las dos primeras semanas de curso, TODOS los días van y vienen con los libros en la mochila (tal vez sea una gincana escolar o es que han empezado clases de gimnasia extraescolares), eso si, apenas los tocan ya que están repasando el curso pasado (parece ser que hasta octubre) debe ser que hay materia que no dio tiempo de terminar en el curso pasado o tienen que reparar los estragos de las vacaciones o que nosotros los padres no supimos arreglar durante tan grado periodo vacacional. A todo esto, todavía queda por confirmarnos la compra de un libro, debe ser que están usando el Método Kínder... por aquello de la sorpresa.

En fin, que la esperanza es lo último que se pierde y por ello seguiremos pidiendo (y rezando) por una mejor gestión y calidad de la enseñanza, para lo cual quiero hacer un GRAN énfasis en que para estas dos cosas no es imprescindible, ni necesario, que el Estado aporte más dinero... que viene bien SI, pero no nos justifiquemos por ello.


Hace unos años, el Secretario de Educación de Estados Unidos Richard Riley, dijo: “Estamos preparando a nuestros estudiantes para trabajos que aun no existen, en los que tendrán que usar tecnologías que no han sido inventadas, para resolver problemas en lo que no hemos pensado todavía”. Esta es la situación real, que tiene inquietos a los sistemas educativos de todo el mundo. ¿Qué debemos enseñar? Debemos enseñar a los niños y adolescentes a desarrollar su talento, es decir, su capacidad de aprender, de proyectar, de actuar, sean cuales sean las circunstancias. Por ello hay que insistir en que se trata de aumentar los recursos de nuestros hijos y alumnos, de aumentar su “capital educativo” y de enseñarles a que lo inviertan de manera adecuada ¿lo estamos haciendo?.
 
El talento es saber gestionar bien la propia inteligencia. El niño nace con un cerebro dispuesto a aprender. Durante la infancia, padres y maestros le ayudamos a construir su propio cerebro –su inteligencia- y a algo más importante: que aprenda a dirigirlo. Eso es lo que hace la inteligencia ejecutiva, pero eso ya seguramente os lo hayan explicado en las reuniones de padres ¿verdad?. Este nuevo modelo de educación, cada vez adquiere más consistencia científica y más eficacia práctica.
 
El mundo se está haciendo cada vez más veloz y mas complejo, y eso nos obliga a vivir en una sociedad del aprendizaje permanente, aunque todavía algunos profesionales y seguramente, TODOS los políticos, no se han enterado. Aprender es el recurso de la inteligencia para adaptarse al entorno. Cuando este era muy estático, el proceso formativo podía ser corto, porque lo aprendido valía para toda la vida. Pero ahora no es así. El mundo cambia aceleradamente y todos vamos a tener que seguir aprendiendo. Si, incluido TU.

Como dato curioso, en algunas grandes empresas (y no tan grandes) se está implantando un cargo de máximo nivel, llamado Chief Learning Officer, el director de aprendizaje de la organización ¿tendrán que moverse primero las empresas para que los colegios les sigan? ¿es mayor el empuje de la economía ,que el beneficio que vemos en nuestros hijos y nuestro futuro? ¿cambiaré el modelo educacional en nuestro colegio? ¿en el sistema? ¿lograremos que después de 5 años, la plaza de profesor quede cubierta? ¿ahora con la nueva alcaldesa, cambiará el servicio de limpieza? ..."ya veremos, dijo un ciego".

 

1 comentario:

  1. Toda la razón!!! con gran dolor ves como hay gran decadencia en los esquemas mentales de quien toma decisiones a nivel de educación (sí, tambien nosotros mismos). Hay que reforzar entre todos las base de lo que un día será continuidad de esta sociedad supuestamente civilizada, empecemos por aqui y pensemos que si no cuesta, no merece la pena.

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